martes, 13 de noviembre de 2012

A vosotros

Son muchos los días en los que ya desde el momento en que nos levantamos, ya sea junto a un amanecer, o para grandes luchadores del colchón, junto a un atardecer, parece que el destino quiere entretenerse con nosotros utilizando desgracias con las que atacarnos y amargarnos, y para desgracia de muchos, lo que esto puede ser un día, dependiendo de diversos factores, puede convertirse en una temporada. A día de hoy, el sufrimiento está presente teniendo en cuenta los tiempos que corren, cada vez más situaciones desagradables como el soportar un desahucio, o aguantar la presión de esos dictadores que se esconden tras un mostrador y las faldas del Estado, conocidos como bancos, situaciones de paro...etc. Por estas situaciones e innumerables problemas que atormentan a todo el mundo, hoy desde aquí envío un mensaje a todos aquellos que sobre sus espaldas cargan el peso de lo agobiante y lo estresante, para que puedan erguirse y dejen caer esos problemas cargados a la espalda por su propio peso, quiero deciroslo a vosotros; que sois quiénes, a pesar de todos los problemas que intenten silenciaros y complicaros la existencia, siempre podéis controlar vuestro destino; a vosotros, héroes del aguante cuando aún seguís luchando porque sabéis que hay motivos por los que seguir adelante; a vosotros, os digo, que pase lo que pase, jamás perdáis la sonrisa. Sonreid, todo lo que podáis, que vuestra sonrisa sea tan amplia como vuestra expresión facial pueda permitir, sonreid hasta que cuando caiga la noche, las estrellas se reflejen en vuestra sonrisa, poned del revés una cara triste y sonreid, para que la vida pueda ver como en ella habitan todavía personas que la quieren, haced de vuestra sonrisa la mejor forma de transmitir alegría y buen humor, convertíos en heraldos del optimismo y contagiad a todo el podáis, desde hoy hasta siempre, sed un grano más de arena en un reloj que mide el tiempo que se puede ser feliz, dadles a los problemas donde más les duele y sonreid tan fuerte que les salgan moratones de solución por todas partes, sonreid a todo aquel que veáis con un aire alicaído y provocad que la comisura de sus labios formen la curva que ataja a ser más feliz, no dejéis de sonreír porque a pesar de que puedan quitaros cualquier bien externo, jamás podrán quitaros la capacidad de sonreir y de retar a los problemas de la vida, porque si esta pudiese quitarnos la capacidad de hacerlo, nos traicionaría y se le caería la etiqueta que hoy y siempre ha tenido, dejándose de llamar vida; demostradles a todos aquellos que exterminan sonrisas sometiendo a sus víctimas a ceder al peso de sus tormentos, que no estáis dispuesto a que os someta alguien como ellos, pues su motivo no es otro que el de haber perdido su capacidad de hacer lo que quieren borrar de vuestro rostro, puesto que ellos ya no creen en las cosas bellas que en copa de esperanza, nos brinda la vida, cosas bellas que podemos ver en cómo una madre corre junto a su hijo hacia un autobús que está a punto de perder y le dedica un sonrisa radiante al conductor; cosas bellas como ver a una pareja que sin decir palabra se dicen lo mucho que se quieren a través de la mirada; cosas bellas como ver que la vida pasa, que las propias vivencias nos hacen como somos, crecer, cambiar, reencontrarse con personas del pasado. 
Sonreid soldados que podeis repartir esperanza, porque cuanto más mal se pasa y más cosas de valor pueden perderse, no hay nada que valga más que sonreir, a través de la boca, con el corazón.

miércoles, 15 de agosto de 2012

La debilidad del fuerte

Fuertes, débiles ¿Qué mas da? al fin y al cabo todos entramos en el mismo saco en el que dentro están todas esas cosas que nos afligen o nos ayudan, conviertiéndonos en todo aquello que somos. Sin embargo lo curioso de esto es que todos esos elementos, según como interactuen con nosotros, seremos sujetos que se decantan más por el bien pintado lado del optimismo, o por otro lado, tristes almas en pena que en vida están más muertos cuyo único horizonte es el pesimismo. Todo esto esta ligado a una fuerza que se desarrolla en nuestro interior, y que según la mentalidad que poseamos, ya sea en una situación beneficiosa o dañina, será más o menos efectiva a la hora de levantarnos. Es cierto que siempre van a existir todas aflicciones que como agujas irán clavándose en el soporte de nuestro aguante hasta que llegue el punto de que no podamos más, pero siempre podremos quitarnos unas cuantas y sanar esas heridas con una de las armas más poderosas que el ser humano, si quisiera, podría rebosar, pero que es más fácil de perder que una mosca en la niebla, hablo de la confianza en nosotros mismos. De esta sale todo aquello que necesitamos para hacer frente a cualquier problema que se nos venga encima, sin embargo, por alguna razón existe esa aguja que se clava mejor que las demás y rompe los pilares de esa confianza, haciéndola caer sobre nosotros mismos y yaciendo sobre los escombros de lo que una vez nos guió a mirar de un modo más optimista. 

A nuestro alrededor existen todas esas personas que nos quieren y nos apoyan en los momentos en los que nuestra vida se convierte en una cuesta demasiado inclinada como para subirla sin algún empujón, pero eso no basta cuando la confianza propia pasa a convertirse en la fosa más profunda de lo negativo, haciéndonos caer y vernos a nosotros mismos como lo más patético que ha pasado por el mundo. Sin embargo, al igual que dicha confianza se pierde, también se recupera, es el boomerang que una vez lanzado se pierde a la lejanía pero aun así se las apaña para volver, y el regreso de la confianza en nosotros mismos siempre tiene un retorno que la mayoría de las veces viene envuelto en una revelación, algo que hace que nos demos cuenta de que nos hemos impregnado de estupidez hasta calarnos los huesos. Y aquí entran todas esas personas de nuestro alrededor, quienes entran dentro de nuestros males y nuestros alivios, quienes se preocupan por nuestro estado, quienes pueden convertirse en el punto más fuerte de nuestro pilar moral. Cierto es que hay quienes alardean ser fuertes y quienes lamentan ser débiles, pero en cierto modo, cada débil y cada fuerte no sería lo que es sin haber sido lo contrario antes, pues la confianza, tan perdible y recuperable, es el mejor método de revertir mentes conviertiendo a aquellos que son capaces de aguantar un segundo más, en tristes sombras de lo que antes fueron que ni siquieran se plantean aguantar, y por el contrario, por cualquier causa, aquellos desesperados que no conocían el color del cielo de profesión cabizbajo, se convierten depredadores de experiencias con hambre de mundo, y que pueden ser también el apoyo de los que una vez fueron fuertes. Por todo ello, todos tenemos una mentalidad individual, pero esta interactúa con las otras estableciendo una conexión, y en muchos casos ser influída. 

La confianza se pierde pero siempre vendrá algo que la devuelva, pues la confianza ajena acaba conviertiéndose en confianza propia.

miércoles, 13 de junio de 2012

Hermano fugaz

Cuando me encontraba ante aquel panorama no podía creerlo, jamás había sentido ese miedo y esa rabia por no poder ayudar, y es que es todo un tormento ver que hay alguien en frente que necesita ayuda y no poder ayudarle, siendo esto un acto que invita al autocastigo y la culpabilidad, pues mi deber como ser que vive en sociedad es ayudar a quienes comparten conmigo el destino de vivir como tal, y sin embargo no pude ayudarle. Le recuerdo tumbado, en aquel lugar oscuro, no del todo consciente pero podía apreciarse que aún era capaz de enterarse de lo que pasaba. Estaba tirado, casi inmóvil, aún luchando por levantarse cuando yo lo vi, y fui a ayudarlo tan rápido como pude, en vano sin embargo, puesto que ya parecía ser demasiado tarde. Traté de apoyar su cuerpo delicado en una de las paredes que estaba a los lados de aquella llanura en la que aquel se encontraba, podía notarse el largo tiempo que él llevaba allí por cómo conocía el lugar. Yo siempre supe donde estaba, jamás perdimos el contacto, pues con él he vivido desde hace mucho tiempo y para mí es considerado como un hermano, y no podía creer que estaba ocurriendo cuando no me respondía, creía que podría ser una pesadilla, que dentro de poco el suelo se rompería y caería al vacío junto con los pedazos de tierra y justo antes del impacto tras una larga caída sería el momento de despertar, pero esperar tal inútil creencia no serviría de nada. Todo ocurrió demasiado deprisa, tanto que cuando todo terminó aún pensaba en ir a ver como estaba mi viejo amigo, pero fue causa del impacto lo que me hizo retroceder en el tiempo, yo quería seguir creyendo que aún estaba bien, pero en el fondo yo sabía que estaba intentando crearme una armadura de mentiras para hacer mas llevadero el golpe, sin embargo, dicha armadura ofrece mayor peso, y por lo tanto, mayor impacto en la caída, por lo que pronto tuve que deshacerme de ella. 
-"¿Qué te ha ocurrido hermano?"- pregunté con tono desesperado entre una respiración histérica.
+"Han.... venido.... a por mi"- consiguió decirme con un leve hilo de voz tras demostrar que aún vivía con gestos de cansancio y dolor.
-"Nunca pensé que te encontrarían, pensaba que estabas seguro y que jamás iban a encontrarte, no puedes dejarme ahora tío, te lo suplico por favor" - las lágrimas comenzaban a asomarse por los lacrimales preparándose para resbalar por mis mejillas aún rojas de la ira y la rabia que me consumían.
+"Yo también pensaba que estaba seguro..... pero esto... se acaba aquí hermano.... no estés triste ¿eh? acuérdate.... de lo que solías decir...." - dijo a través de una sonrisa sincera pero que aun así tuvo que forzar para mantenerla por el dolor que lo envolvía.
-"Pase lo que pase estamos hechos para levantarnos de cada caída" - las lágrimas ya caían por mi cara y una tras otra seguían el rastro de la anterior.
+"Recuerda ante todo....... que siempre...... voy a estar..... contigo....." - nada más terminar esta frase a duras penas, lo poco de vida que aún quedaba en él, se esfumó como un soplido en un día de viento. 

Ante la inmovilidad de mi querido amigo, tan sólo pude seguir llorando y lamentando no poder hacer nada más abrazarle y decirle entre sollozos que se quedara conmigo, así pues, al ver que no conseguía nada, me subí los calzoncillos dando a mi querido amigo, un entierro digno.

lunes, 28 de mayo de 2012

Ojos de mirada múltiple

Y frente a mí se encontraba aquella bestia, aquel ser que me miraba de esa forma con la que uno siente una opresión aplastante en el alma con la que me doy cuenta de que aunque yo sobrepasase el tamaño de aquella criatura, ella podía conmigo en un abrir y cerrar de ojos, y sobre todo en el abrir. Irónica era la pasividad en la que aquel ser estaba envuelto puesto que esa tranquilidad que emanaba de sus lentos movimientos era la principal causa de mi inquietud ante tamaña arrogancia por parte de un ser irracional que podía captarse sin necesidad de que pudiera articular palabra. Se encontraba tumbado en el alféizar de aquella ventana, contemplando el mundo con aquellos ojos rasgados y profundos que en un cruce de miradas son capaces de captar la atención hasta del más despistado. Su color pardo, su inmensa cantidad de pelo haciéndole parecer la barba de un jefe nórdico, esos colmillos que de vez en cuando hacían aparición cuando bostezaba y lamía sus zarpas, su forma de estirarse y de mantener la calma hasta cuando se aprecia el riesgo al que se expone, pero todo esto no era nada comparado con lo que su mirada transmitía, los ojos de aquella criatura eran más que componentes biológicos clasificados en pupila, iris y demás, aquellos ojos hablaban por sí solos. Parecía que era el mundo el que miraba a los ojos de aquel animal, que todo estaba hecho a su mirada, puesto que era casi imposible pasar por aquel lugar sin sentirse atrapado por la presencia que transmitían sus ojos que, como diamantes en bruto, brillaban de forma notoria y podía sentirse la incomodidad invadiendo mis adentros. La mirada de aquel animal era como la astilla profunda de una tabla de madera mal pulida, que una vez clavada es difícil sacarla y aun cuando se consigue siguen quedando los restos de esta, la mirada del ser del que hablo no podía sacarse fácilmente, pues además atrapaban en una prisión de atención y menosprecio por su parte de la que aun saliendo es difícil no acordarse de que tiempo atrás ya había estado. Dos ojos envueltos en párpados que, como un telón, se abrían mostrando la curiosa forma de contemplar lo que había a su alrededor, y se cerraban escondiendo de nuevo aquel arma de inquietud que incomodaba toda presencia. Era increíble la cantidad de cosas que podían transmitir esos ojos desde que se abrían hasta que se cerraban, y a veces, tan sólo necesitaba abrirlos durante unos pocos segundos para volver a ocultar sus ojos, y hacer sentir aun más cosas. Ojos desafiantes desde el principio, que miran con arrogancia y superioridad, a pesar de su corta estatura, siendo capaz de colocarse varios peldaños sobre uno mismo, pudiendo mirar desde arriba aun estando al nivel de los pies; ojos que golpeaban con tranquilidad transmitiendo el aburrimiento que le causa la presencia de cualquiera ¿Quién podría imaginar que dos pupilas delimitadas por dos rallas pudieran tener un círculo tan amplio de sensaciones? pues aquellos ojos de mirada múltiple eran como un juicio que recae sobre uno mismo, era como si esa bestia fuese a decidir sobre los acontecimientos siguientes en mi vida. Aquellos ojos que cuando estaban totalmente abiertos, uno podía sentirse dentro de su ángulo de visión, siendo completamente agudo junto con el resto de los sentidos, pues al mínimo movimiento que pudiese ser percibido por aquella bestia, sería atrapado en su totalidad por aquel par de ojos envueltos en un brillo amenazador, a partir del cual uno sabe que tiene sobre sí, toda la atención del ser con ojos de mirada múltiple. 

Fue cuando al final escapé de aquella prisión visual, cuando comprendí, que aquellos ojos transmitían demasiado debido a que no era una, si no siete, las vidas que me contemplaban.

martes, 15 de mayo de 2012

Un ángel que envejece

Del tiempo podemos apreciar muchas cosas, a lo largo de los años, en la vida de una persona se presentan situaciones, acontecimientos importantes, personas y todo tipo de factores que hacen la vida de una persona llevadera o pesada, pero vivida al fin y al cabo, aquello que nos hace pensar y sentir, aquello que nos da un motivo para recapacitar y reflexionar, dándonos una lección de ser ayudando así en nuestro proceso de hacernos a nosotros entre lo nos rodea.


Yo, a día de hoy, he aprendido que las cosas importantes de la vida, llegan cuando menos las esperamos y sin saber si quiera que van a ser importantes. Esto me lo enseñó una persona, que en la actualidad, juega un papel demasiado importante en mi vida, alguien que llegó sin más, a quien en su momento no solía tener en cuenta, cuando es irónico tener presente que ya no hay momentos sin ella. Al tiempo tengo que agradecerle muchas cosas, sobre todo, el haberme hecho esperar para encontrar a alguien que ha resultado ser tan especial para mí que poco queda a su altura, pues da vértigo lo alto que puedo llegar con tan solo el simple pensamiento de su imagen. Tengo también que agradecerle al tiempo, que me haya hecho coincidir en la misma época con ella, a quien 19 años atrás le dio un motivo al mundo para girar más lento y hacer que el tiempo pase más despacio para así poder disfrutar con ella hasta el último gramo de segundo que pueda rasparse. Hoy es el día en que ocurrió eso hace 19 años, y por ello es motivo de celebrar, ya no sólo un cumpleaños, si no también del origen la felicidad de muchas personas, entrando yo en este grupo.




En este día, ahora mismo, Sandra Cano Gómez, te agradezco tu existencia, te doy las gracias por ser, y decirte que 19 años son sólo el comienzo de una vida que quiero vivir contigo, cumplas los años que cumplas, y que sea lo que sea que te regalen, siempre va a quedarse corto, pues el regalo que das tú con tu simple presencia es insuperable. Con todo esto, te deseo un feliz cumpleaños, y una feliz vida en la que seguir celebrando aniversarios del día en que felicidad empezó a escribirse con s.

domingo, 6 de mayo de 2012

Límites de la limitación

Siempre han existido barreras que nos han limitado en casi cualquier cosa, barreras que tan sólo actúan como una limitación para nuestras capacidades, y que lo realmente curioso es que hay veces que uno no se da cuenta de que estas paredes que atascan los engranajes que dan funcionamiento al complejo mecanismo de la forma de ser, están actuando sobre nosotros, y que para cuando somos conscientes, es difícil darnos cuenta qué diferencias había del antes al ahora.

Curiosa es la forma en cómo una persona puede llegar a complicarse la existencia con tan sólo una idea deteriorada en una mente que, como cualquier otra, es tan influenciable por este tipo de pensamiento que a veces la fortaleza mental que poseemos no es capaz de repeler, en una guerra de pensamientos, el asalto de estas ideas. Todo ser humano requiere de cuerpo y mente, sin embargo, el cuerpo no es más que la marioneta sometida a los hilos de una mente titiritera, pues es debido a que el cuerpo actúa como fruto del atrevimiento nacido de la mentalidad que tenemos de cada aspecto que se nos presente. Es irónico pensar que algo tan abstracto como la mente de una persona no tenga límites a la hora de llevar a cabo cualquier acción, cuando dicha mente es la que en ocasiones nos coloca barreras que impiden el paso de la esencia que alimenta el núcleo de aquello hacemos, pues la mente es nuestra mejor ayuda cuando es clara y constante, y nuestra peor enemiga cuando es la arquitecta de los muros que hacen de nuestras capacidades presas de la cárcel que nos limita. Sin embargo, estas barreras siempre pueden superarse porque para ello vivimos, el ser humano es, a la vez que el gran constructor de limitaciones tanto para sí como para el resto, también la mejor forma de demoler las mismas barreras que él ha creado, y es por ello por lo que cuando nos damos  cuenta de que hemos perdido en calidad en lo que hacemos, sabiendo que hasta hace no mucho éramos conscientes de que lo que hacíamos podíamos controlarlo y saber que lo hacíamos bien, somos capaces de analizar nuestra situación y explorarnos a nosotros mismos en un terreno que aunque veamos que está limitado, sabemos que es de forma temporal, pues todo aquello que ofrece limitaciones está sentenciado a tener un límite, y más aún en la mente, siendo esta ilimitada. Es por esto, por lo que hay que preocuparse más por seguir siendo constante en nuestra forma de ser o actuar, que por querer aparentar más de lo que somos, pues crecerse ante los demás intentando ser lo que uno no es, puede llevarnos tan alto que en un momento de flaqueza la caída de dicho crecimiento es más dura. La mentalidad de uno mismo es la que dictamina esto, hay veces que por más colores que ofrezca la vida, es mejor no complicarse demasiado y dejar la mente en blanco, puesto que cuando tratamos de demostrar lo ilimitada que puede ser nuestra mentalidad es cuando más limites la ponemos. Empezamos a decaer, cuando comenzamos a ser más para los demás que para nosotros mismos. Es por ello, por lo que la grandeza no se mide con grandes acciones, si no por los pequeños aspectos que nos definen..

sábado, 28 de abril de 2012

La metáfora en las nubes

Pocas cosas son la que le hacen falta al ser humano para ser feliz y muchas son las que le sobran y de las que debería librarse para así empezar a tenerlo todo por librarse de lo que es nada. A veces esas cosas son tan simples que hasta el respirar no parece del todo necesario, cosas que nos dan vida, cosas que nos hacen sentir, cosas como la lluvia. 
Como seres naturales en este mundo, dependemos de una serie de procesos que nuestra querida progenitora naturaleza nos ofrece. La lluvia es una de esas cosas, sin embargo, ya no es sólo por el hecho de el agua caída del cielo sea imprescindible para cualquier ser vivo de este mundo, si no porque la lluvia tiene más de un significado y todos pueden interpretarse de diversas maneras. La lluvia es una metáfora de la vida que nos acompaña desde siempre y afecta en nosotros, casi más, de forma moral y literaria que de forma natural, pues ¿Qué sería vivir de naturaleza si tan sólo de ella nos beneficiamos para sobrevivir? Porque lo que esta nos ofrece es como el propio amor de una madre que le da a su hijo y que de este y el instinto de cuidar de él, surgen esas cosas que a parte de estar bañadas de cariño y afecto maternal, tienen una gran cubierta poética y metafórica. 
La lluvia cae, hasta hasta chocar con la inmensa capa de materiales duros que forman el suelo en el que nos sostenemos, en una extensa horda de gotas de agua que al tacto son como la caricia de un ser querido que nos calma y nos transmite mediante uno de los sentidos, la intensidad de los vínculos afectivos que nos unen. Nuestra lluvia, temible cuando cae con furia y adorable cuando mediante pequeños fragmentos de gota muestran la suavidad y la calma con la que nos puede apaciguar. Nuestro manantial caído del cielo, capaz de apagar la llama más intensa, fruto de un arranque de ira, y sin embargo es él quien más veces se atormenta. Interpretada como lágrimas para unos, y vista como sudor, producto del esfuerzo de nuestra madre naturaleza para sacarnos adelante, para otros, y sin embargo, sea cual sea el significado, sea cual sea la interpretación o el papel que le podamos dar al obsequio que la naturaleza nos da enviado por las nubes, la lluvia será siempre el fenómeno que, como seres con capacidad de tener emociones, pueda ahogar nuestras penas encharcando sentimientos que nos atormentan o ser también el medio de consuelo que, como un abrazo cálido, a pesar de ser húmedo, nos haga sentir vulnerables sacando todo el lado natural que se encuentra en nosotros. Es la lluvia uno de los elementos que ante nuestros sentidos es de lo más apreciado, pues a la vista es bella, es por el impacto que causan las gotas al caer por lo que sabemos como suena la calma, al olfato el olor a tierra mojada nos ofrece una entrañable fragancia que desprende naturalidad, y al tacto la lluvia es la caricia que trae la paz a la mente y que aunque esta sea húmeda nos impermeabiliza de todo malestar. En un día lluvioso aquel que se resguarda de la lluvia, en verdad se resguarda de una muestra de afecto que con todo el cariño nunca quedará seca.

domingo, 15 de abril de 2012

Un reloj de arena

He comprobado que muy pocas personas se percatan de lo que es el tiempo...
Pero mi tiempo se había parado. Aún podía vislumbrar los apoyos en la línea de salida a cuatrocientos metros de mí, el humo de disparo del juez en el aire, la sombra de cada una de mis pisadas sobre el suelo de poliuretano.
¿Queréis saber qué es el tiempo? Preguntadle a un atleta que por una milésima acaba de ganar la medalla de plata en vez de la medalla de oro en los juegos olímpicos para los que lleva toda su vida entrenándose. Preguntádmelo a mí.

Escrito por: Sandra Cano Gómez

martes, 10 de abril de 2012

Elejía a la chica fina

Y fue aquella noche, fue entonces cuando supe que era ella, el ser que iba a otorgarme los días más felices de mi vida, teniendo como punto de partida aquella noche, pues fue cuando el destino me guío tras el paso de la suerte hasta ella. Quizás parezca una locura, y puede que incluso lo sea, pero la vida, sin pasar los límites de la cordura, no es más que un patio vallado desde el que sólo se puede ver la libertad y el horizonte observando lo triste que es ver vivir tan limitado. 

La conocí una noche de verano, ya antes me habían hablado de ella e incluso visto en otras ocasiones en los brazos de otro, sin embargo en esos tiempos a mi no me importaba, porque ¿Qué iba a hacer yo con ella? Pero aquella noche todo fue distinto, todo ocurrió como si hubiera planeado y organizado por fuerzas externas mi cita con ella. Admiro el valor que tuve al acercarme ella, pues en la garganta tenía tal nudo que pensé en cambiármela por otra de belcro, sin embargo seguí hacia delante, hipnotizado por ese agradable aunque un poco fuerte olor suyo. Ella estaba apoyada en la pared con una naturalidad rebosante, ¿Quién pudo dejar semejante belleza así de sola y descuidada? Fueron varias las veces que tuve que inspirar y espirar antes de articular palabra, que para cuando ocurrió, no pude evitar tartamudear puesto que los nervios me golpeaban con la fuerza de tifón en el estómago. Fueron eternos los minutos que pasé a su lado hasta que decidí pasar a la acción, pues su silencio y ausencia de palabras eran un claro signo de que ella no estaba para perder el tiempo con preliminares absurdos, así que la tomé por su delgado cuerpo y la miré fijamente; la cercanía que había entre nosotros era exagerada hasta el punto de que el propio aire se quedaba atascado. No fue hasta que me acerqué tanto cuando empecé a apreciar sus rasgos; esa finura, digna de una delicada figura de porcelana que le daba ese toque de elegancia que hasta una dama de honor sentiría envidia; ese cabello rubio dividido en anchos mechones del color del sol; el tacto que ofrecía al tocarla daba la sensación de ser frágil a la vista, pero dura en verdad cuando la tocaba. Y entonces, la incliné como si me apoderase de ella y no pudiera ofrecer ninguna resistencia dejándose llevar, y comenzamos a bailar, bajo aquella luz de bombillas alargadas que daban la perfecta iluminación para ver el rastro de nuestros pasos en aquella sala poco espaciosa en la que agradecía estar con ella, pues no necesitaba un lugar más grande. Bailamos durante horas, tanto que nuestros pasos hicieron de aquel suelo un reluciente espejo en el que se podía ver a dos figuras danzando como si fuesen uno, atrayéndose como si de imanes con distintos polos se tratase. Las horas pasaban como segundos y yo no me cansaba, al contrario que ella puesto que con todo lo que habíamos bailado empezó a sudar y a volverse más escurridiza. Una noche memorable, si yo fuera matemático podría decir que la quiero al cubo. Sin duda alguna la mejor velada con mi fregona.

lunes, 2 de abril de 2012

Demente frágil

Abandonado, sólo, triste y dejado de la mano de lo que el resto llama Dios, sin embargo, este ¿Quién es? yo solo he oído rumores sobre él, pero jamás he experimentado acto de presencia del mismo, al menos eso quiero creer, quizás si que haya pasado ¿Y si ese mismo Dios fuese yo? ¿Y si todo lo que a mi alrededor ocurre está pensado y hecho a mi medida? Pero si esto fuese así, las cosas no serían como son. Ahora estoy imaginando y recreando sucesos de mi vida en la triste esquina de esta reducida, pero divertida habitación, quizás deba cambiarme a la esquina entretenida, o a la esquina de la ira, o quizás tan sólo deba hacer caso de lo que unas voces ocasionales me mandan y acabar con esta vida para ir al reino que me han prometido, quizás si sea Dios y las voces que me llegan sean las oraciones de las personas que se han perdido en su vida sin encontrar el camino correcto, adentrándose en un sendero equivocado que lleva al borde del precipicio que pone fin a sus días, justo como yo. Porque si me paro a pensar ¿Por qué estoy aquí? Yo solo fui obediente, fui bueno con los de mi alrededor, los amigos que solo querían que los viese yo, me dijeron que las personas de mi alrededor querían llegar a la otra vida para esperarme allí, yo simplemente cumplí para hacerles feliz, seguro que ahora se están riendo al verme tan pequeño desde allí, pero no les durará mucho puesto que dentro de poco iré con ellos y viviremos bien en la realidad que allí ha sido creada, pensada sólo para unos pocos elegidos y yo sé que soy, de entre todos, el más apto para alcanzar esa vida. Aunque, ahora estoy un poco perdido, ya que todo esta cambiado, nada es como yo lo he vivido y me siento más débil, es extraño escuchar a personas de alrededor decir que tras tomar una especie de comprimido las cosas se normalizarán, pero es ahora cuando más extraño me siento, pues ellos dicen que la realidad en la que he vivido es mentira y que tienen un lugar apropiado para mí ¿Será esto verdad? ¿O es ahora cuando estoy verdaderamente loco viviendo una vida completamente distinta a la que hasta hace unos días no conocía? Echo de menos mi casa, lejos de estas paredes amarillas y acolchadas que aunque son blandas no les veo la utilidad, pues la vida que ahora llevo es dura. Extraño a mi familia, sé que era feliz porque sabían que les iba a llevar conmigo al reino de la otra vida más feliz, y con gusto lo hice, espero verles pronto, deseo más que nada tenerles a mí lado y apreciar cuán felices son al verme aparecer por allí, pero de momento tendrán que esperar un poco, hay obstáculos en mi camino a la felicidad infinita, tengo que superarlos. Si no fuese por lo que las personas que me han traído aquí me hacen tragar y por esta ropa blanca tan prieta que me paraliza los brazos, podría hacer uso de ellos para irme de aquí y usarlos para abrazar a todos mis seres queridos cuando vuelva a verlos, solo debo hallar el modo, quizás esto sea una prueba más para demostrar que soy merecedor de alcanzar lo que me espera, y deba enseñar mi más que potenciada capacidad para conseguir lo que deseo. No me importa lo que el resto piense de mi vida, ellos no han sido elegidos para vivir lo que a mí me espera y por eso sienten la rabia y la envidia que les mueve a retenerme aquí junto a ellos. No importa como me miraba la gente por la calle cuando trataba de hacer callar a los que me insultaban dirigiendo esas malsonantes palabras directamente a mi cabeza con ese tono de voz tan alto que hasta un rascacielos sentiría vértigo; tampoco me importan las lágrimas vértidas por las personas cercanas a mí, a causa del traspaso de vida de mi familia que yo llevé a cabo. Hoy he comprendido que si todo lo que he vivido es distinto a los demás es porque por alguna razón soy especial, loco y enfermo para otros, aunque eso son nombres que no significan nada. A día de hoy tengo claro que alguien cuerdo sólo necesita liberarse de su atadura a través de la locura, y con ello ser libres como yo, aunque intenten encerrarme cual canario en jaula. A mí que me han categorizado como un demente, puedo dar certeza de ello, pues aunque ahora soy de cuerpo atrapado, soy de mente libre. La realidad en la que vivimos es según la capacidad que tenga nuestra cabeza para mostrarnos lo que nuestros sentidos perciben, es por esto que me compadezco de aquellos cuya percepción, inmadura, no les hace ver que su realidad es tan sólo una incompleta proyección de lo que es la mía. Si ya llaman loco a todo aquel que lleva una vida avanzada y trata de ayudar a los demás que no pueden alcanzarla, me enorgullece decir, que soy yo.

jueves, 22 de marzo de 2012

Un hombre de palabra

Y entonces lo entendí todo, cuando estaba frente a toda aquella masa llena de vida con la cual podía mover montañas si quisiera, sabía que podía hacerlo y nadie podría impedírmelo, notaba como en mis ojos, una chispa que surgió con el roce del coraje y el valor, se convertía en ardientes llamas que prendieron mi corazón con la motivación suficiente para apagar el sol de un soplido. Todo esto me hizo entender y creer firmemente, en la fuerza de las palabras. Una fuerza que aunque no muchos puedan ver la ilimitada capacidad que estas tienen, puede llegar a dejar tal marca en la emoción de un ser humano, que esta esté presente durante mucho tiempo. Con las palabras no sólo construimos frases, hacemos de su uso todo un arte, pues tenemos total control para manipularlas de cualquier forma a nuestro antojo dándonos la libertad de influir en aquello que queremos expresar. Es tal la fuerza que tiene una simple agrupación de letras y sonidos que haciendo un uso elocuente de ellas podemos llegar a la meta que nos propongamos según el uso y el fin para el que las queramos. A decir verdad, es a partir de las ideas que de nosotros nacen con las que logramos un resultado, pero estas deben, de alguna forma, ser expresadas, y es través de las palabras cuando se provoca el chispazo para movilizar la situación y encaminarla a la meta que uno desee, pues por mucho que tengamos una idea brillante si no hay un medio por el que dar a conocer que nuestras ideas vivas de nada sirve ya que las palabras son las perfecta canalización de lo que en nuestro pensamiento florece; es increíble el alto nivel de influencia que tenemos para manipular la forma de expresarnos, pudiendo elegir que efecto queremos darle a lo que de nuestros labios va a salir e invadir el silencio esperando a ser roto por ello. Las palabras tienen su propio núcleo, en el cual no podemos influir, aunque si en su forma, pues la manera en cómo podamos pronunciar algo puede anunciar algo más de lo que la propia palabra pueda decir, es por esto por lo que podemos considerar a las palabras como la rueda que gira en torno a su propio núcleo y que dependiendo del punto en el que se pare, un significado adicional será el que aporte vida a lo que estamos diciendo, pues es cuando hablamos el momento en el que estamos más vivos y mostramos nuestro propio núcleo que a través de las palabras se hace conocer y nos otorga la capacidad de ser lo que somos. Llega al punto de ser increíble el potencial de lo que por nuestra boca, transformado en sonidos articulados, puede salir, pues las palabras pueden llegar a atormentar al hombre más feliz, y salvar la vida del atormentado, pueden conmover al más estoico y fortalecer al más sensible, ellas mueven todo lo que en nuestro interior producido por los sentimientos nace, son la mecha que conecta el detonante de nuestras acciones, se amoldan a lo que sentimos y las soltamos esperando una respuesta por parte de quien las ha recibido. Gracias a ellas alcancé el conocimiento de lo que se puede hacer hablando, gracias a ellas me convertí en alguien que con un sonido articulado por los labios, podía lograr lo que fuese, gracias ellas me convertí, en un hombre de palabra.


Dicen que una imagen vale más que mil palabras, sin embargo, no hay sentido en tan sólo usar un sentido, pues la vista es la que juzga la imagen, en cambio las palabras son apreciadas por el oído y juzgadas por el corazón.

jueves, 8 de marzo de 2012

El sexo fuerte

Es muy digno de admirar todo lo que en ti se compone, todo aquello que hace de ti una viva imagen de un núcleo tan esencial como tú. Tan admirable por tantas cosas, aunque por otros odiada e incluso temida, tú que eres tan importante como la viva y cálida luz del sol, tan necesaria que sin ti hoy nada sería lo que es tal y como lo conocemos. Gracias a ti hemos logrado grandes cosas ya desde el principio, aunque hayas tenido que aguantar tanto dolor y sufrimiento por aquellos en verdad te temen aunque traten de someterte, sin embargo no puedo ignorar la tristeza que en mi produce que hasta hace no mucho la mayor parte de población de nuestro mundo sea consciente de lo que puedes llegar a hacer. Tú, de apariencia delicada e inocente capaz soportar hasta la más devastadora avalancha, pues en ti hay una fuerza capaz de mover montañas. Siempre has sido considerada el sexo débil y sin embargo tu paciencia y tu templanza a hecho de ti un ser superior del que aprender y tomar ejemplo; luchadora hasta final, consiguiendo alcanzar los derechos que ya por naturaleza te pertenecen y que sin razones lógicas te han quitado desde el principio de los tiempos. Tan necesaria en la vida y tratada como cualquier envoltorio carente de importancia por aquellos que cegados por sus ansias de superioridad intentaron hacer de ti una simple mascota de compañía, y aunque ganaron batallas, al final fuiste tu quien logró la victoria en una guerra en la que en un principio todo se volvía contra ti. Has estado aguantando todo tipo de humillaciones y tú estás ahí de pie dañada por los tratos inmerecidos que te llevan acompañando desde siempre, y desafiante soportas el dolor de las laceraciones causadas por los abusos que el paso del tiempo ha llevado consigo. Tú que has heredado del diamante la belleza y la dureza. Tan necesaria en la naturaleza y hay quienes no saben todavía que el hacerte daño supone auto dañarse. Tú que a pesar de ser sometida tantas veces, es el hombre quien ha estado mayor número de ocasiones arrodillado ante ti. Aunque eres maltratada y sufres, sabes que estás por encima, pues por cada golpe que recibes es la humanidad y la dignidad del que lo asesta lo que se rompe. Por todo ello te admiro, has conseguido llegar a lo que te dejaron fuera de alcance luchando sin rendirte, pues es mejor guerrero aquel que se fortalece y aprende de sus derrotas que el que se jacta de la victoria fácil alimentado su arrogancia. Tú que eres tormenta y calma, tú que eres musa e inspiración, tú que eres mujer.

jueves, 1 de marzo de 2012

Momentos

En toda vida, existe la experiencia, de la cuál aprendemos las lecciones más valiosas para seguir adelante y hacer de nosotros lo que podamos llegar a ser.

En toda vida están las situaciones que a nuestro en torno giran día tras día y en las que participamos debido a que nos vemos involucrados en ellas siempre. Esto viene regido por momentos, breves capítulos que nos ofrece nuestra vida diaria y que en ellos actuamos como creemos oportuno. Hay quien cree que los momentos, por el simple hecho de ser situaciones de cortos periodos de tiempo, no son importantes por considerar que en lo que ellos acontece no repercute apenas en la vida de una persona, sin embargo, esto llega a tal punto de equivocación que hasta la propia Belén Esteban se sentiría Einstein. Los momentos no son sino las piezas que ayudan a construir los cimientos de nuestro destino, en ellos decidimos como actuar para llegar a un resultado, los momentos nos dan las pautas externas y nosotros nos amoldamos a ellas como el metal fundido. Todos hemos debido oír alguna vez "hay momentos para todo", yo en cambio planteo que todo se basa en momentos. Incontables resultados pueden sacarse de un momento incluso teniendo la situación a nuestro favor, en ellos se dan las condiciones apropiadas para hacer algo, a partir del contexto uno sabe que hacer, momentos en los que necesitamos hablar con una persona y queramos lograr cualquier objetivo, ya sea una declaración, ya sea el simple hecho de desahogarse o hacer algo grandioso. Las personas suelen hablar de momentos oportunos, sin embargo, ¿A que llamamos momento oportuno? ya que realmente si alguna vez nos hemos equivocado, ese ha sido el momento oportuno para equivocarse y cometer errores, pues de ellos aprendemos, por lo que todo momento está ahí para algo, aunque implique errar. A todos nos ha pasado que hemos querido retroceder y cambiar un hecho pasado porque no hemos quedado satisfechos con el resultado de alguna situación, pero quizás si que hayamos hecho bien aun arrepintiéndonos puesto que nada nos garantiza que la otra versión del resultado nos coloque en una situación mejor que en la que estamos. Es sorprendente todo lo que en un momento puede llegar a ocurrir, pues aunque haya quien no sepa apreciarlos y estén equivocadas, ya les llegará el momento apropiado para darse cuenta de su error.

Todo lo que en nuestra vida acontece merece la pena ser aprovechado, debemos vivir los momentos y no dar muerte a aquello que nos determina por nuestras acciones, pues alguien que ignora lo que por momentos le forma, no tiene identidad.

martes, 21 de febrero de 2012

Preso de la libertad

Hace tiempo que deseo escribirte, incluso más del que yo quisiera, pero no he encontrado la forma de hacerlo, pues he estado preso en este lugar en del que ya no tengo recuerdo el haber entrado. Parece mentira ¿Verdad? curiosa la forma irregular de la vida de un hombre, sabes donde has estado y que has vivido, y aun habiendo experimentado, habiendo sentido a lo largo de los años, uno tan sólo puede tener una imagen ténue de lo que podrá ocurrir en los siguientes tramos de su vida, y aun así esa imagen tan sólo puede ser un espejismo reflejado en una mente que como el cristal se hace frágil por ser privado de lo que todo hombre es poseedor por naturaleza. Es por esto por lo que te escribo a ti, porque me siento capaz de hacer frente a todo esto, porque ya no estoy preso de mi mismo, he conseguido escalar ese abismo y volver a tomar las riendas de mi vida, de ti puede privar a los hombres de muchas formas, pero mucho peor es privarse de sí mismo, convirtiéndose en un alma en pena que que busca tener espíritu de nuevo. Hay muchas condenas que pueden atormentar a un hombre, pero sin duda la peor, es aquella en la que uno mismo se sumerge y para cuando es consciente de donde está es tarde. Durante mucho tiempo me he arrepentido de construir unos cimientos frágiles en mi vida, pues he sido un mal arquitecto de mi destino. Sin embargo tengo la certeza de que quiero remontar en mi vida puesto que una vez caí y no supe levantarme al encontrarme sólo a un nivel al que incluso el diablo si mirase hacia arriba sentiría vértigo.

Lo primero de todo es pedirte disculpas, pues en numerosas ocasiones viniste a buscarme pero no supe coger tu mano, ya que la miseria me paralizaba, sé también que me quieres como yo te quiero a ti, que eres el tesoro que como cualquier pirata obsesionado un hombre ansía. En este momento siento pena y alegría al mismo tiempo; la pena es tan sólo un rastro del mal pasado que he dejado atrás y una purificación que he logrado a través del arrepentimiento,; el lado por el que me alegro, es porque sé que estás cerca y que cuando nos encontremos, mi contacto contigo será como ninguno que haya tenido en mucho tiempo, pues en mi memoria hay una pequeña llama que cuando estuvo a punto de extinguirse, tú esperándome fuera, supiste ser el mejor corazón del fuego que jamás he visto. Pero yo ya sabía esto de ti, después de todo es normal teniendo en cuenta quién eres, por ti miles de hombres han luchado y ganado, pues contigo jamás pierden, porque eres por excelencia el motivo de nuestra existencia en sociedad. A priori solemos menospreciarte cuando estás con nosotros y nos haces tener una vida llevadera, y es triste pensar que es cuando te arrebatan de nuestras manos por haber causado nosotros mismos tu pérdida sumiéndonos en una espiral de control, cuando en verdad nos damos cuenta de lo que ya no tenemos. 

Quiero que esta carta te la tomes como una disculpa por no haberte tenido en cuenta ya antes de que me alejaran de ti, quiero decirte que eres igual de necesaria que el respirar, puesto que eres la hermana mayor de la madre naturaleza, te espero con ansia mi querida libertad, pues ya tan sólo de lo único que quiero ser preso es de ti. Un hombre puede someter a otro, y en cambio el sometido gozar de más libertad, pues el que somete lo hace porque esta le abandonó hace mucho tiempo.

lunes, 13 de febrero de 2012

Una entrada para chuparse los dedos

¿Es cierto que la vida es como una caja de bombones? si es así cualquier persona diabética tiene los días contados. 


Hay miles de cosas de las que se puede disfrutar en la vida, infinitos placeres y gustos de los que uno puede gozar y hacer su día a día más llevadero y gustoso. De todos esos grandes y pequeños placeres, está la comida, pues no es que sea ya el simple hecho de que es necesario alimentarse para sobrevivir y poder desarrollarse como seres vivos, si no que el comer es en sí un placer del que todo ha de gozar y sentirse afortunado de servirse de él, y lamentablemente, no siempre todos tienen a su alcance algo que llevarse a la boca.


El comer es todo un arte, y es que la comida nos acompaña aun cuando no participamos en ella. Día tras día podemos fijarnos en que la comida está con nosotros en todo momento, como por ejemplo en el lenguaje, quien no ha oído expresiones como: "está fiambre", "pero que salao", "es un trozo de pan", "es mi media naranja"... etc. Cada día que pasa, en algún momento concreto de las 24 horas nuestro temporizador estomacal nos da aviso para saciar uno de los más mortales enemigos de la humanidad, como lo es el hambre. Y no hay nada peor que el encontrarse en un lugar estando hambriento y que la comida comience a perseguirnos y no tener la oportunidad de hincarle el diente a algo. Sin embargo, lo bello de todo esto, llega a la hora en la que podemos llenar nuestro estómago cual cajón de algún caluroso mental, de ropa interior de anciana, esa hora en la que merece la pena echar la vista hacia atrás y recordar aquellos momentos en los que el hambre golpeaba nuestra tripa con la fuerza  de veinte luchadores de sumo y torturando nuestra mente, y sin embargo ya había pasado mucho tiempo desde entonces, esa hora en la que la comida danza en la boca y se desgasta dejando su rastro de sabor y otorgando una de las mejores sensaciones que el ser humano puede experimentar. La comida está llena de sensaciones las cuales es necesario experimentar para hacer de nosotros personas completas, llenándonos de vida no sólo en el campo biológico, si no en el de disfrute, en el de cogerle el gusto a todo aquello que con un mínimo placer que produzca, uno sea capaz ser feliz. Somos los ingredientes que componen nuestra vida y los que hacemos que merezca la pena saborear día a día el festín en el que vivimos.

domingo, 5 de febrero de 2012

Hay pocas como tú

¿Quién lo habría imaginado? Hace escaso tiempo que nos conocemos y sin embargo siento que te conozco desde siempre, y que puedo compartir todo contigo sin temor a prejuicios e ideas equivocadas que puedas tener sobre mí. 


Hasta hace un día, yo estaba sólo, como un vagabundo con la cara más poblada que un barrio chino en fechas de expocómic, nadie diría que esto acabaría así, tu y yo tan cerca el uno del otro. Antes de conocerte y estar contigo, ya tenía a otra en mi vida, y al principio, como en todo comienzo, era hermoso, yo la quería como a nada y ella me otorgaba el placer de disfrutar su suave tacto y sus cálidas caricias, pero con el paso del tiempo, me di cuenta de que me estaba haciendo daño, pues no era si no una de esas vampiresas que te hacen sangrar sin remedio y para cuando te das cuenta, ese daño ya está hecho. Y cuando decidí cortar con esto de raíz, apareciste tú, parece un sueño, es curioso el recorrido en el que la vida nos coloca, pues sólo podemos saber por lo que ya hemos pasado y en ocasiones tan sólo es un débil recuerdo que con el tiempo se va atenuando, sin embargo, en cuanto a lo que nos espera en los tramos posteriores de nuestro camino en la vida, son un completo misterio, las respuestas a nuestras incógnitas siempre pueden estar más cerca de lo que uno cree saber, mas ahora sé, que la respuesta a mi incógnita eres tú. Contigo he cambiado por completo, tu forma de ser, las curiosas líneas que describen tu cara, tus suaves y pícaras caricias que hacen que me rinda ante ti y pierda la cordura, caricias que apenas se sienten y que su vez son intensas como un incendio inextinguible, tu piel contra la mía, mi mano se une contigo y nos convertimos en uno sólo fundiéndonos con el calor del otro. Siempre serás mía, y yo seré tuyo, hasta en las situaciones más peliagudas, eres mi más preciado tesoro, te amo, mi Gillette Fusion.

domingo, 29 de enero de 2012

Sin tiempo al tiempo

Y allí estaba yo, sentado, con la mirada perdida, viéndolo todo pero sin mirar nada, todo aquello que por delante de mí pasaba, ya con un parpadeo dejaba de ver por un instante lo que frente a mí estaba, y cuando volvía abrir los ojos aquello había desaparecido, y así sucesivamente, todo pasaba y seguía pasando y yo no podía hacer nada para impedirlo. Cuando miraba expectante a todo lo que pasaba a mi alrededor, cuando ya no estaba, ya lo extrañaba, recordaba como hace un momento lo tenía delante y como se había esfumado sin remedio. No soy el único que sufre este fenómeno, de hecho somos todos quiénes día tras día lo sufrimos y padecemos, y al fin y al cabo todos nos damos cuenta tarde o temprano, la única diferencia de darse cuenta en un momento u otro es que habrá más cosas que recordar. A pesar de mi corta edad, siempre me he fijado con admiración en la caída en la que todo lo que es, se sumerge, me refiero al tiempo, un río que fluye y no se detiene por más que alguien lo desee con todas sus fuerzas, en algunos tramos calmado y en otros salvaje y fuerte capaz de llevarse todo lo que tenga delante. Siempre me he dado cuenta de lo rápido que pasaban los acontecimientos de mi alrededor, siempre he terminado de pensar, y al poco tiempo recordaba como hacía algún tiempo pensaba. Lo he observado, nos encontramos atrapados en él como el resto de las cosas que son, somos arena que no cesa de caer dentro de un reloj que está en continuo cambio y no se para nunca. Tal es el poder del tiempo que suceda lo que suceda jamás va a pararse y seguirá cambiando todo lo que su paso esté, pues nosotros tan sólo somos un fragmento en su trayecto, que tarde o temprano acabará, pero el tiempo seguirá pasando, e infinidad de cosas seguirán cambiando, infinidad de vividas vividas y por vivir, infinidad de acontecimientos ocurridos y por ocurrir... Todo lo que fue y es, siempre seguirá siendo. 


Todo esto un momento pasó por mi cabeza como el vuelo de una paloma, y para cuando me dí cuenta, ya nada era igual, todo había cambiado, había pasado mucho tiempo, y ya no era aquel chico que comenzó a reflexionar sobre nuestro reloj de arena.


sábado, 21 de enero de 2012

El mundo a través de la ventana

Desperté otra vez allí, otro día más teniendo que soportar aquel infierno, aquella cárcel de monotonía, aquel lugar al que llamamos mundo, del que yo me siento un prisionero al que la libertad se le ha agotado como si fuesen los créditos de una máquina tragaperras, aquel lugar que desprendía pena y desesperación, donde hacía tiempo que las personas integradas en él creían en que la felicidad tan sólo era un mito.


 A los pocos segundos de estirarme me dirigí a mi ventana para abrirla y contemplar lo que afuera se encontraba, nada que pudiese ser digno de elogio o siquiera apreciar algún rasgo de belleza. Tras muchas mañanas, ya tenía el cuadro de mi ventana abierta memorizado, pues todos tienen un cuadro propio en la ventana desde la que miran cada día, lo que alguien ve a través de su ventana, es un cuadro no hecho a pintura, era un cuadro animado que aunque siempre fuera el mismo, iba cambiando conforme el día pasaba, la luz que se proyectaba en él cada vez era distinta, pero nunca dejaba de ser algo bello, todos tenemos nuestro propio cuadro en la ventana y todos deberíamos apreciarlo como un arte. En cambio, ahora todo era distinto, todo lo que mi cuadro representaba se había desvanecido, ya nada era igual, ni siquiera había luz que proyectarse, ni siquiera había algo en lo que la luz pudiera proyectarse, nada se movía como antes, todo estaba muerto y gris, era lamentable tener que despertarse día tras día en un lugar como ese, no era justo, he perdido la posibilidad de ver mi cuadro animado y ya no podía recuperarlo, el mundo se está muriendo y cada vez más cuadros pierden su color y su gracia. Más de una vez he pensado que aquello que yo vivía era una terrible pesadilla de la que algún día podría escapar y despertarme en el lugar que yo conocía y donde podré contemplar mi verdadero cuadro, por lo que sigo esperando a mi billete de salida de aquel lugar infernal y triste, mi transporte a la posibilidad de recordar lo que era la felicidad, mis ganas de ser y de vivir bien de nuevo, aquello a lo que todo hombre tiene derecho por naturaleza, aquello a lo que esperaba era la muerte, y sé que no tardaría en llegar.

lunes, 16 de enero de 2012

De lo prescindible, lo imprescindible

Todos, como seres vivos, necesitamos una serie de de funciones que cumplir y qué realizar para así sobrevivir y llevar una vida próspera y duradera. Necesitamos respirar, necesitamos comer, como necesitamos beber, como también necesitamos estar rodeados de los seres en los que en su interior corre la misma sangre que la nuestra. Sin embargo, hay cosas en la vida que aun sin ser imprescindibles para sobrevivir, las necesitamos para vivir. Todos hemos oído siempre que el ser humano se basta con servirse de los pequeños placeres de la vida.


No podemos llamar "pequeño placer" a algo tan grande como lo es ella, pues aun siendo fácil citarse con ella, aun teniendo siempre la posibilidad de sentirla, no es para nada un pequeño placer, pues lo más pequeño puede conllevar a lo más grande. Ella, es lo que todo ser humano necesita ya al margen de sus funciones naturales; sin ella el ser humano tan sólo es una tenue luz que no expresa sentimiento o vida aun no estando muerto. Por ella uno es capaz de llegar a explorarse a sí mismo y conocerse, viéndose cuál reflejo en un espejo y poder juzgarse por lo que es. Ella ha reparado y roto corazones, ha sabido sacar a la luz los verdaderos sentimientos de uno mismo y podido acogerte en sus brazos actuando de amortiguador en las caídas más duras, o de trampolín en los momentos más emocionantes. Ella revela la naturaleza humana de sentir y expresar, demostrando que somos más que animales racionales. Ella es ira, alegría, tristeza, coraje, valentía, amor... ella es una tormenta de sentimientos que arrasa con todo aquel que se pone en su camino, y que envuelve en una espiral de la que una vez dentro en imposible salir. Ella es esencial para vivir, pues sin su calor, sólo seríamos cuerpos que andan sin rumbo. Uno de sus nombres es sol, y también actúa como fuente de energía.


Ya mi querido Nach lo dijo en una ocasión, ella es música.

lunes, 9 de enero de 2012

Quizás

Todo el mundo ha parado a pensar alguna vez en qué se basa su existencia, de donde viene y qué es lo que está viviendo realmente. Personalmente creo que esas preguntas vienen a la cabeza porque verdaderamente no sabemos con exactitud lo que vivimos y que hay muchas cosas que no conocemos.


No sería descabellado pensar que no estamos solos en el espacio, como no sería una locura pensar que podemos estar bajo vigilancia constante y que nuestro mundo es tan solo un proyecto de clase de algún universitario que pertenezca a un mundo superior y que ese mundo a su vez pertenezca a otro superior y en sucesión. Todo esto no puede demostrarse, pero si vienen estas ideas a la cabeza quizás sea por algo, quizás estas ideas estén puestas en nuestra cabeza intencionadamente para que un día se nos ocurra indagar. Quizás simplemente esta forma de pensar, lo que decimos y todo lo que pasa en el mundo día a día sea parte de una novela y todos nosotros somos los personajes de ella y su autor sea lo que nosotros llamamos "dios" o "destino", a su vez cuando nosotros escribimos libros y creamos historias quizás nosotros seamos los dioses de otro mundo. Quizás los subjetivo es objetivo. Quizás todo esto sea descabellado al pensarlo, pero llega a tener sentido, pues lo que en principio puede parecer una locura puede desatar más de un nudo haciendo cuerda una idea.


Todas las conclusiones que puedan sacarse acerca del verdadero origen de nuestro mundo son muy relativas, lo que podemos sacar en claro es que día a día vivimos nuestra propia historia aun sin saber cuál es el origen de todo. Vivimos para aprender y conocer, y aun así para nosotros es desconocido tanto el principio como el final.

miércoles, 4 de enero de 2012

La razón como instinto

"Hemos aprendido a nadar como los peces y hemos aprendido a volar como los pájaros, pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos". Martin Luther King.


Todos a pesar de ser humanos y razonar, en muchos casos, nos domina el instinto, y en esas ocasiones ¿Qué nos distingue pues de un león hambriento o una osa protegiendo a sus oseznos?. Los humanos tenemos algo mucho más peligroso de lo que a cualquier animal le haya sido otorgado por la naturaleza, y es el pensamiento, pues de ahí nace el ingenio y la capacidad de inventar. Este último hecho en la mayoría de los casos suele ser beneficioso para un avance en la civilización, claro que, a lo largo de toda nuestra existencia, ¿Cuántas formas de matar se han inventado?. Demasiadas para poder afirmar con certeza que somos civilizados. Somos seres sociales, hasta que miramos por nosotros mismos y utilizamos a los demás lograr nuestro propósito, somos ambiciosos y egoístas, somos peligrosos por sentir, pues los sentimientos son un potenciador de ideas a la hora de llevar a cabo cualquier cosa que nos pase por la cabeza.


Todos hemos oído muchas veces, ante una situación impactante a nuestra percepción, la expresión : "Eso no es humano". Sin embargo, yo creo que el llevar a cabo atrocidades es lo más humano que existe en el mundo, ya que forma parte de nuestra naturaleza, sino ¿Por qué el hombre no ha parado de perjudicarse a sí mismo desde que tenemos uso de razón?. Todo esto nos clasifica como una raza inteligente y estúpida, ya que no hay sentido el hecho de crear para destruir. Hay animales que matan por motivos de caza y el instinto con el que han nacido y la función para la cuál están hechos, otros matan para proteger a sus crías, y no por una deuda o por encargo de una mafia, por lo que demuestra que el instinto animal, viene en sí programado con unos valores inmodificables que la razón del ser humano sí es capaz de modificar en cualquier momento y que dicha modificación de valores desencadene horribles actos que lleven a hacernos daño mutuo. Un instinto que actúa por ser instinto es menos peligroso que una mente razonable corrupta, pues aun teniendo el poder de elegir nuestras acciones, nos dejamos dominar por ellas.

lunes, 2 de enero de 2012

Los dos yo

Siempre fuiste arrogante, hasta en la situaciones menos indicadas para serlo, siempre empleaste el lema "tiene que haber de todo" para refugiarte en él utilizándolo como excusa, ignorando las palabras de aquellos que te rodeaban, siempre te creíste superior a los demás y eso te llevó a donde estás ahora, sólo y sin nadie con quién compartir los momentos de tu vida. Quizás de momento no, pero en un tiempo, serás olvidado, no importará lo que hayas sido y lo que hayas podido llegar a ser, nadie recordará lo que eras ni quién eras, pues cometiste el error de creer ser algo más de lo que en realidad eras. Por la ignorancia que mostraste ante tus propios errores, y por tu tendencia a no aprender caíste en pozo que tú mismo construiste piedra a piedra mientras te colocabas en el pedestal de ignorancia, limitando tu mente y borrando toda posibilidad de hacer uso de tu potencial. Caíste en un agujero de errores y no quisiste salir, creías que a tu manera saldría bien, pero una vez más tu arrogancia actuó como una ceguera que te impedía ver que hacías.

Tenías potencial y lo desperdiciaste, ibas a seguir un camino de sabiduría y te desviaste en un cruce que te llevó a tu perdición, no supiste trazar bien tu camino y en esto te has convertido. Lo que más lamento es ser tú, y tener que vivir un destino que no merezco, me arrepiento de ser lo que tú eres, espero que un día sepas ver tu error con el cuál nos has llevado a donde estamos. A pesar de ser la misma persona, tú eres la enfermedad terminal que acabará con nuestra existencia y yo soy el intento de cura a esa enfermedad, con esto puedo decir que la mayor de las guerras que pueden librarse no son las que hay fuera en el mundo, sino las que se libran en el interior de uno mismo y así alcanzar paz, ahora por tu culpa jamás podré hallar el derecho que todo hombre merece.