miércoles, 28 de diciembre de 2011

El arte de reír

Todos sabemos lo que es ser feliz, en algún momento de nuestra vida lo hemos sido y en el mayor de los casos lo seguimos siendo, de esta rama del sentimiento humano se manifiesta la risa, un regalo la capacidad humana, es imposible que nadie haya podido experimentarla alguna vez. El poder reír nos ofrece un momento agradable y entrañable  gracias al cuál pueden crearse o fortalecer relaciones con cualquier persona. 

Muchas personas pueden pensar y hablar desde su propio punto de vista respecto a la risa, yo en cambio, que siempre me he sentido un mensajero de ella, siempre me he fijado en esta como un arte, el arte de reír. Otros simplemente pueden dejarlo pasar y decir el buen rato que han estado pasando y cuánto se han divertido, sin embargo mi visión va más allá, en verdad creo firmemente en que reír es algo capaz de cambiar a una persona completamente y hacer ver las cosas de otra forma, la risa es algo que cuánto mas sincero y prolongado sea, más bello se hace ver, y que transmite alegría en su sonoridad. Cada cuál tiene su forma de reír, su propio estilo, al igual que cualquier pintor o escritor, cada uno es autor de su propia risa. El hecho de reírse es algo fascinante, ya que el simple hecho de ver a una persona reírse, uno puede acabar contagiado, cuál propagación vírica. 


Existen las medicinas, capaces de ayudar a una persona en salud y llegar a curarla de alguna enfermedad, pero cuando alguien esta enfermo e incluso terminal en cuánto al campo emocional, el mejor medicamento, tratamiento o rehabilitación es reírse, ya que al ser un arte, es libre y todos pueden participar en él. La vida es un terreno lleno de obstáculos a superar y al final todos encontramos la forma de conseguir eludirlos. Como seres vivos tenemos la función de morir, pero hay quiénes viven muertos, pues quién no ríe, no vive.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Noche de langostinos


"Noche de paz, noche de amor, todo duerme en derredor..."


Todos sabemos cuando se celebra y qué representa lo que se conoce como Noche Buena, una noche en la cuál todos nos reunimos en familia para cenar todos juntos y compartir momentos de acogedor calor sentimental, nos ponemos hasta las trancas de comida y luego nos enfrentamos a una navideña vomitona en el baño a altas horas de la madrugada, aunque viéndolo así, quizá haya quién se tome esto como estrategia para intentar ver al gran Santa Claus.


La Noche Buena se celebra en la víspera de navidad, la causante de movilizar todo tipo de actos fuera de lo común durante el resto del año. La navidad puede verse, como ya he dicho antes, como un evento familiar lleno de amor y calor emotivo, en cambio la navidad también puede verse de otra forma haciéndo una simple pregunta ¿Qué es lo que llaman "el espíritu navideño"? ¿Existe realmente o simplemente es un pretexto para favorecer los gastos de las personas y así fortalecer las raíces de un sistema capitalista? Cuando somos pequeños, vemos el período de navidad como lo más bello y fantástico que hay en el mundo, sin embargo a medida que vamos creciendo, nos damos cuenta de qué es y representa la navidad realmente. La navidad es un evento que se lleva acabo una vez al año como acto para inmortalizar la figura de una religión, se celebra el nacimiento de Cristo, claro que viéndolo así, ¿Cuántas navidades habría al año si celebrásemos todos los nacimientos que se producen? Por lo tanto el espíritu navideño puede verse como una forma afectiva de acercarse a nuestros seres más queridos y disfrutar de su compañía, como también encontrar este sentimiento en el interior de lo que envuelve un papel con colores llamativos y lazos relucientes colocados bajo un bonito árbol adornado con luces que a una persona epiléptica no le producirían el más mínimo sentimiento afectivo.


Al llegar estas fechas, últimamente me pregunto si la felicidad de un ser humano florece al rasgar papel de regalo o al pasarse una noche entera en el baño tirando "espíritu navideño" por el retrete. Muchos hemos oído que el hombre puede vivir de los pequeños placeres, pero hoy día, lo que se conocen como pequeños placeres se construyen sobre placeres mayores de los que un ser humano necesita, pues si hay algo que nos define como raza humana, es la codicia.

P.D: ¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!

jueves, 22 de diciembre de 2011

De inspiración caduca

Todo estaba en blanco, yo estaba inmóvil y sin tener nada mejor que hacer que estar sentado en aquel reducido espacio, pero acogedor, aquel lugar en el que lo máximo que había hecho durante todo el indefinido tiempo que llevaba ahí era parpadear y pensar en mis cosas. Por un lado sabía que hacía allí y por otro no, pues el lugar en el que me encontraba cumplía una función y yo ya la había llevado a cabo, en cambio, el lado que no me hacía comprender el porqué seguía allí después de hacer lo que había hecho estaba en mi cabeza y no se iba, estaba fijo cuál soldado ante su sargento. Permanecí ahí inmóvil, sin hacer nada, ni siquiera sé cuánto tiempo pasó allí dentro ¿Minutos? ¿Horas?. Tras esto uno puede pararse a reflexionar sobre como funciona un ser humano en el campo de lo mental, pues la mente es el más importante instrumento de nuestro ser, el cuál nos hace mover el mundo, sin embargo, en ocasiones puede dejar de funcionar y dejarnos embobados en sitio y de la forma en la que estemos, como un zombi con la mirada perdida que avanza sin rumbo por cualquier terreno. 

Pasado otro indefinido tiempo, en mi cabeza se empezaron a arremolinar un conjunto de sensaciones y pensamientos que poco a poco fueron creciendo en progresión y miles de ideas fluían en mi cabeza como si fueran un río en su etapa más brava que arrasa con todo y lleva consigo todo aquello que esté a su alcance. El tornado de ideas iba en aumento, y a la vez notaba cómo caían gotas de sudor por mi frente, nacidas del esfuerzo que empleaba en concentrarme, y poco a poco notaba que el tornado se transformo en una cascada que bajaba y bajaba y que parecía no tener fin. Hasta que de pronto, todo volvió a la calma y sentí un gran alivio, como si hubiera vuelto a nacer y volví del trance en cuánto escuché el agua de aquel lugar en el que estaba sentado, tiré de la cadena, me subí los pantalones, y volví a mi habitación tras haber abandonado toda mi "inspiración"

lunes, 19 de diciembre de 2011

No todos tienen un día malo

Malditos astros míos que se colocan de mala manera y ya las hacen pasar canutas, realmente yo no sé que podría hacer sin el tarot, gran fuente de información sin la cuál uno no podría vivir, si no ¿Quién podría irse de compras tranquilo? 

Normalmente a lo que llamamos días malos son aquellos días en los que las cosas que afectan a uno mismo no van bien y no le favorecen, todo es negro y el mundo es el peor castigo que existe. Es cierto que durante un breve período de tiempo, o quizás no tan breve, podemos vivir en días así y en los que generalmente el estado de ánimo de una persona puede encontrarse en cualquier alcantarilla. Sin embargo, ¿Podemos decidir los días malos? no, pero si podemos decidir el creer que no lo son. Un día malo puede comenzar con cualquier mínimo detalle que no sea de nuestro agrado, y dependiendo también de la mentalidad que tengamos puede ser mejor o peor, y aquí es donde hago hincapié, somos capaces de decidir el grado de mal o buen día que podemos vivir. En general, las personas con un mal día suelen culpar a factores externos, cuando parte de la culpa la tienen ellos mismos, en parte por haber hecho algo mal en un momento determinado que le haya llevado a su situación, y en parte por ver todo desde el mismo horizonte. Es cierto que es difícil dominar nuestros sentimientos estando decaídos y abatidos por lo que haya podido pasar en un "mal día" pero realmente merece la pena intentar controlarse y mirar el lado positivo de las cosas, que además tienen varios ángulos desde los que se pueden ver, una persona puede llegar a reírse de sus problemas si sabe cómo hacerlo.

Sinceramente pienso que nos quejamos con demasiado poco, si tal y cómo vivimos aquí tenemos días malos ¿Cómo tendría un mal día cualquier habitante del tercer mundo o alguien que tenga que hacer lo imposible por conseguir comida? Intentemos no ser hipócritas y aprender a sacar el lado bueno de las cosas, pues si tan racionales somos, razonemos un poco.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Nos hacemos mayores

"Cuando seas mayor entenderás". ¿Quién no ha oído a su madre o a su padre citar esa frase en nuestra etapa de niñez? Es obvio que todos hemos sido niños alguna vez y por lo tanto les hemos dado trabajo a nuestros padres. La niñez en sí, contiene muchas cosas, cuando hablamos de un niño, estamos hablando de una persona que se está desarrollando y que por lo tanto, un prototipo de lo que será en el futuro. 


A menudo recuerdo lo que solía ser niño, implicaba vivir en un mundo propio, un mundo lleno de ilusión en el que el mínimo detalle que pudiese parecer divertido o entretenido hacía feliz y uno podía conformarse. Ese mundo de fantasía que creamos al ser pequeños es el que nos evade del mundo en el que vivimos y en el que nos despertamos día a día, en ese mundo creado por la mente, en el que todo ocurría tal y como uno quería y vivía su propia aventura, ese mundo deja de existir con una enfermedad que siempre ha afectado a todo lo que nos rodea, el tiempo. Alguna vez hemos oído la cita de "el tiempo lo cura todo", y sin embargo es curioso lo irónica que puede llegar a ser la frase, pues el tiempo no es más que un río en el que nos embarcamos y desemboca en la muerte. Al margen de esto, cuando crecemos y con ello el mundo de niñez desaparece, nos damos cuenta de qué es la vida, paso a paso descubrimos como de equivocados estábamos cuando eramos niños con ese mundo respecto al real, y es cierto que con las lecciones que da la vida los pilares del mundo de niñez de desmoronan completamente. Sin embargo, el hecho de crecer y hacerse mayor otorga madurez, una cualidad que verdaderamente distingue a un niño de un adulto. Tanto ignorancia como madurez son defectos y son virtudes al mismo tiempo; un niño vive en su mundo de ilusiones que parten de la base de la ignorancia, esto otorga felicidad, uno mismo no conoce lo que es la vida a pesar de vivirla día tras día, por otro lado, está la madurez, la cuál es una facultad humana que se obtiene al crecer y que es la que permite ver cómo son las cosas verdaderamente y según qué tipo de madurez tengamos actuaremos de una forma y otra. 


Todos abandonamos la niñez, y nos convertimos en lo que despega de la base que formamos en esta etapa y poco a poco nos transformamos en una personalidad distinta, pues crecer implica cambiar.

jueves, 15 de diciembre de 2011

¡Hola!

Bueno, este es mi primer blog, declaro inaugurado "Errar es de burros", lo sé, es un título un poco absurdo pero bueno como mi concepto de ser es que hay que ser transparente, yo quiero que a través de mi transparencia veáis que soy absurdo. En fin, esto está pensado para escribir, hablar, discutir, reflexionar e incluso criticar algún tema en concreto, así que, bienvenidos seáis al blog y colgad la chaqueta en lo que tengáis en frente.