lunes, 2 de abril de 2012

Demente frágil

Abandonado, sólo, triste y dejado de la mano de lo que el resto llama Dios, sin embargo, este ¿Quién es? yo solo he oído rumores sobre él, pero jamás he experimentado acto de presencia del mismo, al menos eso quiero creer, quizás si que haya pasado ¿Y si ese mismo Dios fuese yo? ¿Y si todo lo que a mi alrededor ocurre está pensado y hecho a mi medida? Pero si esto fuese así, las cosas no serían como son. Ahora estoy imaginando y recreando sucesos de mi vida en la triste esquina de esta reducida, pero divertida habitación, quizás deba cambiarme a la esquina entretenida, o a la esquina de la ira, o quizás tan sólo deba hacer caso de lo que unas voces ocasionales me mandan y acabar con esta vida para ir al reino que me han prometido, quizás si sea Dios y las voces que me llegan sean las oraciones de las personas que se han perdido en su vida sin encontrar el camino correcto, adentrándose en un sendero equivocado que lleva al borde del precipicio que pone fin a sus días, justo como yo. Porque si me paro a pensar ¿Por qué estoy aquí? Yo solo fui obediente, fui bueno con los de mi alrededor, los amigos que solo querían que los viese yo, me dijeron que las personas de mi alrededor querían llegar a la otra vida para esperarme allí, yo simplemente cumplí para hacerles feliz, seguro que ahora se están riendo al verme tan pequeño desde allí, pero no les durará mucho puesto que dentro de poco iré con ellos y viviremos bien en la realidad que allí ha sido creada, pensada sólo para unos pocos elegidos y yo sé que soy, de entre todos, el más apto para alcanzar esa vida. Aunque, ahora estoy un poco perdido, ya que todo esta cambiado, nada es como yo lo he vivido y me siento más débil, es extraño escuchar a personas de alrededor decir que tras tomar una especie de comprimido las cosas se normalizarán, pero es ahora cuando más extraño me siento, pues ellos dicen que la realidad en la que he vivido es mentira y que tienen un lugar apropiado para mí ¿Será esto verdad? ¿O es ahora cuando estoy verdaderamente loco viviendo una vida completamente distinta a la que hasta hace unos días no conocía? Echo de menos mi casa, lejos de estas paredes amarillas y acolchadas que aunque son blandas no les veo la utilidad, pues la vida que ahora llevo es dura. Extraño a mi familia, sé que era feliz porque sabían que les iba a llevar conmigo al reino de la otra vida más feliz, y con gusto lo hice, espero verles pronto, deseo más que nada tenerles a mí lado y apreciar cuán felices son al verme aparecer por allí, pero de momento tendrán que esperar un poco, hay obstáculos en mi camino a la felicidad infinita, tengo que superarlos. Si no fuese por lo que las personas que me han traído aquí me hacen tragar y por esta ropa blanca tan prieta que me paraliza los brazos, podría hacer uso de ellos para irme de aquí y usarlos para abrazar a todos mis seres queridos cuando vuelva a verlos, solo debo hallar el modo, quizás esto sea una prueba más para demostrar que soy merecedor de alcanzar lo que me espera, y deba enseñar mi más que potenciada capacidad para conseguir lo que deseo. No me importa lo que el resto piense de mi vida, ellos no han sido elegidos para vivir lo que a mí me espera y por eso sienten la rabia y la envidia que les mueve a retenerme aquí junto a ellos. No importa como me miraba la gente por la calle cuando trataba de hacer callar a los que me insultaban dirigiendo esas malsonantes palabras directamente a mi cabeza con ese tono de voz tan alto que hasta un rascacielos sentiría vértigo; tampoco me importan las lágrimas vértidas por las personas cercanas a mí, a causa del traspaso de vida de mi familia que yo llevé a cabo. Hoy he comprendido que si todo lo que he vivido es distinto a los demás es porque por alguna razón soy especial, loco y enfermo para otros, aunque eso son nombres que no significan nada. A día de hoy tengo claro que alguien cuerdo sólo necesita liberarse de su atadura a través de la locura, y con ello ser libres como yo, aunque intenten encerrarme cual canario en jaula. A mí que me han categorizado como un demente, puedo dar certeza de ello, pues aunque ahora soy de cuerpo atrapado, soy de mente libre. La realidad en la que vivimos es según la capacidad que tenga nuestra cabeza para mostrarnos lo que nuestros sentidos perciben, es por esto que me compadezco de aquellos cuya percepción, inmadura, no les hace ver que su realidad es tan sólo una incompleta proyección de lo que es la mía. Si ya llaman loco a todo aquel que lleva una vida avanzada y trata de ayudar a los demás que no pueden alcanzarla, me enorgullece decir, que soy yo.

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