miércoles, 13 de junio de 2012

Hermano fugaz

Cuando me encontraba ante aquel panorama no podía creerlo, jamás había sentido ese miedo y esa rabia por no poder ayudar, y es que es todo un tormento ver que hay alguien en frente que necesita ayuda y no poder ayudarle, siendo esto un acto que invita al autocastigo y la culpabilidad, pues mi deber como ser que vive en sociedad es ayudar a quienes comparten conmigo el destino de vivir como tal, y sin embargo no pude ayudarle. Le recuerdo tumbado, en aquel lugar oscuro, no del todo consciente pero podía apreciarse que aún era capaz de enterarse de lo que pasaba. Estaba tirado, casi inmóvil, aún luchando por levantarse cuando yo lo vi, y fui a ayudarlo tan rápido como pude, en vano sin embargo, puesto que ya parecía ser demasiado tarde. Traté de apoyar su cuerpo delicado en una de las paredes que estaba a los lados de aquella llanura en la que aquel se encontraba, podía notarse el largo tiempo que él llevaba allí por cómo conocía el lugar. Yo siempre supe donde estaba, jamás perdimos el contacto, pues con él he vivido desde hace mucho tiempo y para mí es considerado como un hermano, y no podía creer que estaba ocurriendo cuando no me respondía, creía que podría ser una pesadilla, que dentro de poco el suelo se rompería y caería al vacío junto con los pedazos de tierra y justo antes del impacto tras una larga caída sería el momento de despertar, pero esperar tal inútil creencia no serviría de nada. Todo ocurrió demasiado deprisa, tanto que cuando todo terminó aún pensaba en ir a ver como estaba mi viejo amigo, pero fue causa del impacto lo que me hizo retroceder en el tiempo, yo quería seguir creyendo que aún estaba bien, pero en el fondo yo sabía que estaba intentando crearme una armadura de mentiras para hacer mas llevadero el golpe, sin embargo, dicha armadura ofrece mayor peso, y por lo tanto, mayor impacto en la caída, por lo que pronto tuve que deshacerme de ella. 
-"¿Qué te ha ocurrido hermano?"- pregunté con tono desesperado entre una respiración histérica.
+"Han.... venido.... a por mi"- consiguió decirme con un leve hilo de voz tras demostrar que aún vivía con gestos de cansancio y dolor.
-"Nunca pensé que te encontrarían, pensaba que estabas seguro y que jamás iban a encontrarte, no puedes dejarme ahora tío, te lo suplico por favor" - las lágrimas comenzaban a asomarse por los lacrimales preparándose para resbalar por mis mejillas aún rojas de la ira y la rabia que me consumían.
+"Yo también pensaba que estaba seguro..... pero esto... se acaba aquí hermano.... no estés triste ¿eh? acuérdate.... de lo que solías decir...." - dijo a través de una sonrisa sincera pero que aun así tuvo que forzar para mantenerla por el dolor que lo envolvía.
-"Pase lo que pase estamos hechos para levantarnos de cada caída" - las lágrimas ya caían por mi cara y una tras otra seguían el rastro de la anterior.
+"Recuerda ante todo....... que siempre...... voy a estar..... contigo....." - nada más terminar esta frase a duras penas, lo poco de vida que aún quedaba en él, se esfumó como un soplido en un día de viento. 

Ante la inmovilidad de mi querido amigo, tan sólo pude seguir llorando y lamentando no poder hacer nada más abrazarle y decirle entre sollozos que se quedara conmigo, así pues, al ver que no conseguía nada, me subí los calzoncillos dando a mi querido amigo, un entierro digno.